Tras atravesar los desafíos económicos y sociales derivados de la pandemia, Latinoamérica se encuentra en una nueva fase de su desarrollo económico. En este periodo pospandémico, la región ha demostrado una notable resiliencia, apoyada en gran medida por políticas monetarias reactivas, un repunte en los precios de las materias primas y un aumento de la confianza de los inversores. Estos factores han contribuido a mantener bajo control la inflación y la volatilidad de los tipos de cambio en la región.
En este contexto, desgranamos las perspectivas económicas latinoamericanas para los próximos años, a raíz del último informe sobre la región elaborado por Allianz Trade, uno de nuestros accionistas.
Inflación y perspectivas de crecimiento para la economía de Latinoamérica en 2024
La inflación y la volatilidad de los tipos de cambio, principales desafíos económicos de la región, han sido relativamente suaves en los últimos trimestres, con la única excepción de Argentina. En esta línea, las tasas de inflación están convergiendo dentro de los rangos objetivo de los bancos centrales y las divisas locales han mejorado frente al dólar estadounidense. Esta tendencia positiva es el resultado de políticas monetarias prudentes, precios estables de las materias primas y una mayor confianza de los inversores en la región.
Por otro lado, aunque se espera que la mayoría de las economías latinoamericanas experimenten un crecimiento gradual, se vislumbran desafíos significativos. En Brasil, se espera que el crecimiento se desacelere hasta el +1,7% debido a una cosecha menos prometedora y a la caída de los precios de las materias primas. Por su parte, en México, si bien se anticipa una recuperación en la producción agrícola, se proyecta un crecimiento más moderado en la producción industrial, lo que limitaría el crecimiento económico al +2,0%.
"Latinoamérica enfrenta importantes desafíos, pero también es una tierra de oportunidades. Sectores como el de las energías renovables y la agroalimentación pueden suponer una importante fuente de crecimiento para la región".
Enrique Cuadra, Director Corporativo de Riesgos de Solunion
Gestión de riesgos y desafíos futuros
Los riesgos sociales siguen contenidos, pero la brecha digital continúa siendo significativa. La evolución asimétrica de la digitalización y de la preparación para la inteligencia artificial podrían suponer un reto para la estabilidad a largo plazo. En este sentido, la desigualdad digital es amplia, ya que solo una cuarta parte de la población de las zonas rurales tiene acceso a Internet (frente al 75% en las zonas urbanas).
Por otra parte, el cambio climático supone un importante reto para las perspectivas de crecimiento de la región. Las estimaciones sugieren que Latinoamérica podría sufrir pérdidas equivalentes al 11% del PIB en 2050, siendo Argentina el país más afectado por las inundaciones (daños previstos equivalentes al 2,1% del PIB), Chile por las sequías (7,4%) y Brasil por la pérdida de productividad debida a las olas de calor (6%).
Por último, el cambio demográfico también es un desafío que intensifica los riesgos fiscales. El número de personas de 65 años o más aumentará hasta 142 millones en 2050, frente a los 63 millones actuales, y representará casi el 20% de la población total. En consecuencia, la tasa de dependencia de la tercera edad también crecerá considerablemente, desde el 15,8% actual al 32,6%.
Paper: Latinoamérica afronta los desafíos pospandémicos: resiliencia económica y perspectivas de crecimiento