Daniel Caverzaschi es tenista profesional. Actualmente, ocupa el puesto 10 del ranking mundial. Desde que comenzó nuestra alianza, no ha parado de ganar: diploma olímpico en los Juegos Paralímpicos de Tokio (primer español en la historia en lograrlo en categoría individual), diploma en dobles junto a Martín de la Puente, campeón de varios torneos… la lista es interminable.
P: ¿Qué se siente al ganar un diploma olímpico?
Una mezcla de emociones. En mi caso, cuando conseguí el diploma individual, acababa de perder (tuve serias opciones de meterme en semifinales) y, al ser tan competitivo y querer siempre ir a más, sentí algo de rabia (aunque ya hubiese ganado a gente a priori superior a mí).
No me gusta perder, en ninguna situación. Sin embargo, al día siguiente reflexionas y te das cuenta de lo que vale lo que acabas de conseguir, sobre todo en un deporte tan competitivo como es el tenis. Lo miras con perspectiva y consigues disfrutarlo y estar orgulloso. Incluso lo cerca que estuvo llegar más lejos, lo valoras y te sirve de inspiración para seguir mejorando y, la próxima vez, ir a por más. Hoy, recuerdo Tokio 2020 y me llegan emociones intensas, casi todas positivas.
P: ¿Cómo ha influido el deporte en tu capacidad para superar los retos?
El deporte te enseña muchas habilidades y, entre ellas, cómo afrontar los obstáculos, tanto externos como los que dependen puramente de ti, o cómo adaptarte a circunstancias cambiantes. Esto último creo que es algo muy típico del tenis: desde nuestra vida tan volátil e incierta con todos sus viajes, hasta tener que variar sobre la marcha en plena competición una táctica que tienes planificada porque no está funcionando. Estos aprendizajes creo que son útiles para cualquier cosa que haga en la vida.
P: ¿Cuál ha sido el momento más difícil de tu carrera como deportista y qué valor te ha ayudado a vencerlo?
He tenido varios momentos: el más reciente, y muy duro, fue mi lesión de cuello de 2019 que me tuvo casi seis meses parado. Al volver, no conseguí retomar el nivel de competición previo y tuve varios meses un muy bajo rendimiento. Sin embargo, aunque en competición no logré sacar mi nivel, en ningún momento dejé de entrenar duro y de trabajar, confiando en el proceso. No se vio reflejado esto de manera inmediata, pero acabó saliendo el trabajo al año siguiente y, sobre todo, en este 2021. Persistencia, seguir trabajando por un objetivo concreto e ir sumando pasito a pasito.
P: ¿Qué metas tienes a corto y medio plazo?
Mi próximo objetivo es la consagración del nivel demostrado este año y mejorar en ciertos aspectos tácticos para conseguir posicionarme entre los ocho mejores del mundo. A medio plazo, ¡por qué no! sueño con meterme en la cabeza de la clasificación o ganar un Grand Slam o conseguir una medalla paralímpica.
P: En Solunion ayudamos a las empresas a tener certidumbre en el futuro para poder establecer objetivos claros de venta, ¿qué papel juega el foco, el objetivo, en tu carrera como tenista?
Cuando sabes hacia dónde vas, y te marcas objetivos concretos y tangibles, quizás no salga lo que quieres cuando lo quieres, pero te irás acercando y dando pasos hacia delante. “La meta es el camino” o “llegaré más tarde, pero llegaré más lejos” son frases que me identifican.
P: Eres un ejemplo de superación y, sobre todo, un espejo para mucha gente, ¿cómo afrontas esta responsabilidad?
Lo intento afrontar con orgullo y tomarlo con determinación. Esto me obliga, aún más si cabe, a ser coherente con mis valores y mis objetivos, ya que debo dar ejemplo a las personas que me siguen. A día de hoy, he encontrado la manera de verlo como un valor añadido más que como una presión extra. Es fantástico recibir mensajes de personas que han visto en mí alguien de quien poder aprender o de quien recibir consejo. Cada uno de esos mensajes refuerzan mi trabajo diario y son un acicate para que dé lo mejor de mí.
P: El compromiso es uno de los valores que compartimos. En nuestro caso, hablamos de compromiso con nuestros clientes, con nuestros mediadores, con los Solunioners y con la sociedad ¿qué es para ti este valor y cómo aplica en tu vida?
En la actualidad, parece que queremos todo ya y rápido y, a veces, no somos conscientes de que las cosas cuestan mucho esfuerzo y tiempo. Hay que trabajar durante mucho tiempo para lograr lo que se persigue, manteniendo la disciplina y viendo la manera de ir avanzando. Con los vínculos también es así: hay que trabajarlos, respetarlos, cultivarlos, cuidarlos y ser pacientes. Ese es el compromiso de verdad.
P: ¿Qué supone para ti el impulso Solunion?
Noto que la palabra impulso está plenamente incorporada a mi vocabulario del día a día. Es una manera de actuar, con determinación e intensidad (concepto que más me caracteriza), compromiso a largo plazo, energía. ¡Somos impulso, señoras y señores, y no nos para nadie ni nada! ¡Vamos!