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Escenario macroeconómico 2025: crecimiento moderado y riesgos persistentes

bola del mundo con banderas de todos los países representando el escenario macroeconómico

La economía mundial avanza en 2025 con paso firme pero prudente. El contexto está marcado por tensiones geopolíticas, políticas comerciales inciertas y desafíos fiscales, y los mercados y las empresas enfrentan un escenario complejo que exige agilidad y visión estratégica.

En este artículo, analizamos las principales conclusiones de “Mid-year economic outlook 2025–26: Summertime sadness!”, el último informe de escenario macroeconómico 2025 elaborado por Allianz Trade, uno de nuestros accionistas, que ofrece una visión detallada de las previsiones económicas globales para 2025 y 2026.

Índice de contenidos

Crecimiento global: resiliencia moderada en un entorno incierto

El crecimiento económico mundial se mantendrá bajo presión, con una previsión de +2,5% para 2025, el ritmo más lento desde 2008, fuera de periodos de recesión. Aunque se espera cierta mejora en 2026 (+2,6%), el entorno sigue siendo frágil. Estados Unidos verá una expansión de +1,6% en ambos años, impulsada por una reducción de los aranceles efectivos, mientras que la zona euro crecerá un +1,2% en 2025, en el que las economías más pequeñas tendrán un papel relevante.

España destaca en el contexto europeo, con una previsión de crecimiento de +2,2% en 2025 y +1,8% en 2026, gracias al dinamismo del turismo, la absorción de Fondos Next Generation EU (NGEU) y una mayor productividad laboral derivada del crecimiento de la fuerza de trabajo extranjera.

En los mercados emergentes, se anticipa un crecimiento de +3,3% en 2025 (excluyendo a China) y de +3,7% en 2026. India y Vietnam lideran con tasas superiores al +6%. China mantendrá su estabilidad con un +4,5% en 2025 y un +4,2% en 2026, apoyada por estímulos fiscales y monetarios moderados.

En cuanto a Latinoamérica, la evolución es heterogénea. Se prevé un crecimiento regional de +2,2% en 2025, con sorpresas positivas en los países andinos y señales de estabilización en Argentina. Aunque Brasil mantiene un ritmo moderado, México enfrenta desafíos derivados del proteccionismo estadounidense (se prevé un crecimiento modesto de +0,8% en 2025 y +1,7% en 2026), como consecuencia de la guerra comercial con Estados Unidos; mientras que Chile y Colombia podrían verse afectados por la caída de los precios de las materias primas y por políticas fiscales más restrictivas.

A pesar de ello, la región sigue ofreciendo oportunidades selectivas para inversores a medio plazo y podría, además, beneficiarse de estrategias de friendshoring y nearshoring por la reconfiguración que está experimentando el comercio mundial en el contexto de aumento de aranceles, especialmente por parte de Estados Unidos.

Comercio internacional: tregua parcial, pero sin euforia

El comercio global de bienes y servicios crecerá un modesto +1% en 2025 y +0,9% en 2026 en términos de volumen; y un 1,4% y +3,3% en valor, respectivamente. Aunque se ha evitado una guerra comercial total gracias a una tregua entre Estados Unidos y China, persisten amenazas arancelarias, especialmente hacia la Unión Europea. La reconfiguración de rutas comerciales —con India y ASEAN cubriendo parte del vacío dejado por China— ha amortiguado parcialmente el impacto.

Se espera que el comercio mundial de bienes crezca un +0,3% en 2025 y un +2,8% en 2026, en términos de valor.

Inflación y política monetaria: divergencia transatlántica

La inflación sigue siendo un factor clave en las decisiones de los bancos centrales. En Estados Unidos, se espera que alcance un pico de +3,9% en el cuarto trimestre de 2025. Esto mantendrá a la Reserva Federal en pausa hasta diciembre, antes recortar los tipos al 3,5% en el tercer trimestre de 2026.

En contraste, el Banco Central Europeo continuará su ciclo de flexibilización, con una previsión de tipo de interés del 1,5% a finales de 2025. Esta divergencia refleja las distintas dinámicas económicas a ambos lados del Atlántico.

En los mercados emergentes, 32 grandes economías que representan más del 35% del PIB mundial flexibilizarán su política monetaria en el segundo semestre de 2025, apoyadas por la actual apreciación de las divisas y el retroceso de la inflación.

Insolvencias empresariales al alza

Allianz Trade prevé un aumento global de las insolvencias de +7% en 2025, con tres de cada cuatro países en niveles superiores al promedio de 2016-2019.

Los sectores más expuestos son:

  • Automoción: en Europa, los fabricantes de equipos originales de automóviles registraron una caída de -28% en los beneficios por acción y una contracción de los ingresos cercana a -2%. En Estados Unidos también registraron un fuerte descenso (-17%), con unos ingresos débiles y una creciente presión competitiva.
  • Construcción: en Estados Unidos, el aumento de los costes salariales y el endurecimiento de la política de inmigración están presionando los márgenes. Con el aumento de los retrasos en los proyectos y la escasez de mano de obra cualificada, los promotores se enfrentan a crecientes problemas de liquidez.
  • Farmacéutico: aunque el sector sigue registrando un crecimiento positivo del beneficio por acción (Europa +14%, Estados Unidos +12%), los márgenes están amenazados. Además, las estrategias de anticipación de inventarios impulsadas por los temores arancelarios podrían traducirse en excesos si la demanda se suaviza.
  • Químico: el sector registró un descenso del beneficio por acción (BPA) del -5% en Europa y del -9% en Estados Unidos.
  • Metales: además de la caída del BPA en Europa (-56%) y en Estados Unidos (-14%), el sector también se enfrenta a unas altas necesidades de capital de trabajo, con ratios de inventario superiores a 70 días de facturación y casi una cuarta parte de las empresas con existencias por valor de más de 90 días de ingresos.

Un escenario macroeconómico 2025 que exige prudencia, visión y agilidad

Aunque se han evitado escenarios extremos, como una guerra comercial total o una recesión global inmediata, el entorno económico sigue siendo complejo y volátil. Las empresas e inversores deberán operar con cautela, y ser capaces de adaptarse a un panorama en constante evolución.

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