¿Lleva seis meses en redes sociales y sus seguidores no llegan al medio centenar? Salvo en contadas excepciones, que sirven de estudio en las escuelas de negocios, posicionar una marca en el universo online requiere de grandes dosis de paciencia y constancia. No hay recetas mágicas y dar con la tecla no es fácil. Porque hacerse notar no es abrir una cuenta y tuitear (con gracia, por supuesto) varias veces al día. Hay que diseñar una completa estrategia, que incluya no sólo la transmisión de nuestros mensajes, sino también la escucha y el contacto.
Dicho esto, centre los esfuerzos en aquellos canales donde está su público. No tiene ningún sentido estar en Facebook si lo que vendemos son servicios profesionales, por ejemplo; como tampoco estar en Linkedin, cuando nuestro negocio es un champú revolucionario, pongamos por caso. (Puede profundizar sobre qué red es la más apropiada para su negocio en este otro post sobre redes sociales y empresas).
A partir de aquí, hay que diseñar una planificación de objetivos asociados a unos mensajes que queremos compartir. Una especie de hoja de ruta que nos sirva de guía. Cuidado, sin abusar de la marca, que cuando uno habla de lo suyo suele provocar cierto rechazo. Esta planificación habrá que hacerla mañana y tarde, como mínimo. A diferentes horas del día y haciendo un análisis de las posibles interacciones para comprobar cuándo está más atento nuestro público. Porque esta es otra derivada, hay que escuchar lo que dice la comunidad, y no sólo de uno mismo, también sobre otros temas para tratar de introducirse en la conversación y, así, hacerse notar para llegar más lejos. Y cuando hablamos de la comunidad, no son únicamente los clientes o potenciales clientes, sino también la competencia.
Otra estrategia para extender nuestra red de seguidores es ser proactivo y participar en los hilos de determinados eventos. Imaginemos que hay un congreso del sector al que no hemos podido acudir, demos nuestra opinión sobre algún aspecto; o ahora que acaba de celebrarse el Día Mundial de la Alimentación (16 de octubre), abordemos el tema, aunque nuestro negocio no tenga que ver con esa actividad. En este sentido, una rutina es analizar los hashtag diarios para ver dónde podemos aportar valor. No se trata de perder el norte y meter mensajes en las redes con calzador o hasta entrar en la rueda de aquellos que buscan hacerse oír con hashtag manidos como el #felizlunes o el #buenosdías. No olvidemos que vale más hacer poco, que llenar los timelines de mensajes.
Cuestión de valores
Ciertamente, si somos una empresa pequeña, poca conversación podemos generar, pero sí podemos transmitir nuestros valores, apunta el experto en marketing y profesor de la Escuela de Negocios y Dirección, Fernando Checa. De hecho, el 80% de los consumidores compra basándose en criterios intangibles como los valores, más allá de la calidad o el precio, asegura el II Estudio Marcas con Valores elaborado por la agencia de marketing 21 gramos, con la colaboración de la consultora Nielsen y Corporate Excellence.
Así pues, asocie la imagen de su empresa a aspectos como el medioambiente, la ética, el esfuerzo, la transparencia, la confianza, etc. Máxime cuando los consumidores están hartos de la saturación publicitaria y no se creen casi nada de lo que circula en internet, a sabiendas de que las fake news inundan las redes sociales.
Por tanto, en un entorno donde las marcas han perdido su trono en favor de la recomendación de terceros, la empresa que quiera destacar y ganarse el aprecio de los consumidores debe hablar de otras cosas que no sea lo bueno que es su producto y/o servicio y lo líderes que son. O, al menos, hacerlo con disimulo, abordando algún tema relacionado con su actividad sin que parezca que es publicidad. Es decir, siendo útiles para el consumidor con contenidos prácticos, que aporten experiencias, emociones. En este sentido, otro dato: las marcas que mejor conectan a nivel emocional crecen casi un 200%, según un estudio de la consultora Kantar.
Por último, y aunque parezca una obviedad, el experto en estrategia digital, el profesor de Inesdi, fundador y director de la consultora Be Shared, Alberto Chinchilla, recuerda que en muchas ocasiones se empieza la casa por el tejado y se está primero en redes sociales cuando no se tiene una web apropiada. Este es el primer escaparate que ofrecemos de nuestro negocio, si no está bien diseñado, de nada servirá el esfuerzo de hacer ruido en redes sociales.