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Qué ventajas aporta el Compliance a una pyme

Compliance para pyme

Aunque muchas pequeñas y medianas empresas creen que esto del Compliance es algo que no les atañe y que sólo atañe a las grandes, las cadenas de valor y el entorno colaborativo que emerge del ecosistema digital, obliga también a las pymes a hacer los deberes en materia de cumplimiento normativo, si no quieren quedarse fuera del circuito económico. Y es que, en un mundo donde el consumidor cada vez se fija más en valores como la sostenibilidad, el medioambiente o las buenas prácticas laborales, la ética empresarial también es un aspecto que gana enteros. Y en esto consiste este concepto, no sólo en cumplir con las normas, sino en hacer bien las cosas, como no aceptar regalos de terceros, prevenir la corrupción, establecer mecanismos para que no se vendan productos inadecuados a consumidores no aptos, etcétera, como recuerdan en la Asociación Española de Compliance (ASCOM). Se trata, en definitiva, de evitar riesgos, estableciendo mecanismos y controles.

Este término de origen anglosajón implica fomentar el cumplimiento de las normas dentro y fuera de la empresa, extendiendo esta función a proveedores, clientes, distribuidores e, incluso, socios. Hay que conocer con quién se trabaja, por cumplimiento legal y por ética, para evitar verse salpicado ante un escándalo que pueda dejar la imagen reputacional por los suelos y sufrir una fuga de clientes. Viene a la cabeza el caso de Foxconn, un suministrador asiático de piezas para el iPhone, la Play Station y portátiles de conocidas marcas que estalló hace casi una década, cuando el goteo constante de suicidios de su plantilla por la explotación laboral que sufría dejó el prestigio de Apple, Sony o HP en entredicho.

Con el Compliance, el KYC (siglas en inglés que responden a Know Your Client) da un paso más a la vigilancia sobre proveedores y clientes. Además de los habituales informes de solvencia sobre su capacidad crediticia y perfil de riesgo, ahora es necesario un compromiso de cumplimiento de normas éticas. En España, las grandes empresas cuentan con protocolos que exigen a sus colaboradores la asunción de estas buenas prácticas.

En determinados sectores regulados es obligatorio contar con un departamento específico, como es el financiero o el farmacéutico. También deben asumir estos principios aquellas compañías que tengan relaciones comerciales con sociedades del Reino Unido y EEUU. Asimismo, a la hora de participar en licitaciones públicas, nacionales e internacionales, esta función tiene su peso a la hora de elegir entre los candidatos.

Por otra parte, hay que ser consciente de que dos empresas que optan por un proyecto con misma relación calidad precio, tener o no tener compliance puede hacer inclinar la balanza. También da más puntos a la hora de acceder a financiación externa.

Más allá de las exigencias de terceros, hay elementos que de por sí aportan ventajas a quien lo aplique como es el hecho de resultar más atractiva para la atracción y retención de talento, especialmente, en mandos altos, de favorecer el crecimiento de las ventas o de mejorar la imagen externa e interna. En este sentido, la mayor transparencia sobre las reglas de juego hace que mejore el clima laboral y fideliza a trabajadores. También supone un mecanismo más de prevención de operaciones fraudulentas.

Si bien, lo que hoy por hoy más se valora es que el Compliance es un eximente de culpabilidad. Hasta 2015, las personas jurídicas no podían ser condenadas penalmente, pero la reforma del Código Penal de aquel año cambió las tornas y la amenaza de pena de muerte (disolución) también recae ahora sobre las empresas en dos frentes. De un lado, cuando un representante legal o administrador cometa un delito por cuenta de la empresa; de otro, cuando un empleado lo haga, pero la empresa lo podría haber evitado con mayores controles.

En Solunion, por ejemplo, se cuenta con el Departamento de Legal y Compliance que, el año pasado fue galardonado con el premio Expansión Compliance 2018 en la categoría Iniciativa Ética, por su proyecto “Aldea Compliance”, que reconoce como la mejor práctica para organizar el conocimiento, la aceptación y la adecuación de los valores éticos entre sus empleados.

Lamentablemente, estas ventajas todavía no son percibidas como una propuesta de valor por la mayoría de pymes, más aún cuando son a medio/largo plazo. La palanca la tienen, como hemos visto, las grandes, para prevenir riesgos en la cadena de suministro.

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Elena Hita
Periodista multimedia especializada en Educación Financiera y Economía, con 20 años de experiencia en medios.
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