La construcción mundial, tanto en el ámbito residencial como en el no residencial, afronta un período de recuperación marcado por factores macroeconómicos y desafíos sectoriales. Tras el impacto de la pandemia y la escalada de costes de materiales y financiación, las políticas monetarias y los programas de inversión en infraestructuras serán determinantes para estabilizar el crecimiento en esta industria, tal y como recoge el último informe sobre el sector a nivel global elaborado por Allianz Trade, uno de nuestros accionistas.
Situación general del sector: factores determinantes de la recuperación
La construcción global se enfrenta a una etapa crucial de estabilización. Las políticas de ajuste monetario en diversos países han ayudado a mitigar la inflación, pero el aumento de los tipos de interés de los últimos trimestres ha afectado a la capacidad de endeudamiento. Este escenario ha generado un aumento en las insolvencias de empresas del sector, especialmente pequeñas y medianas, y ha ralentizado el desarrollo de nuevos proyectos. No obstante, la disminución en los costes de insumos, como el acero y el cobre, junto con la tendencia de reducción en los tipos podría reactivar los precios y la actividad en el sector para 2025, especialmente en segmento residencial.
Mercado residencial: crecimiento potencial condicionado por los tipos de interés
El mercado residencial se mantiene resiliente, especialmente en regiones donde la caída de las tasas hipotecarias podría incentivar la demanda. En Estados Unidos, el informe de Allianz Trade estima que una reducción de un punto porcentual en los tipos de interés hipotecarios podría generar un aumento del 19% en las licencias de construcción residencial, aunque este aspecto dependería de la transmisión efectiva de las políticas monetarias a los créditos hipotecarios. A nivel global, la persistente escasez de vivienda en centros urbanos añade una presión constante sobre la demanda, especialmente en Europa y América del Norte.
Retos en el segmento residencial
El mayor reto del sector radica en el acceso asequible a la vivienda. La persistente inflación de los últimos años y el incremento de los costes de construcción han elevado los precios de venta, alejándolos de los consumidores de clase media. En países como España, donde la demanda sigue siendo elevada en áreas urbanas, la accesibilidad a la vivienda se ve amenazada, destacando la necesidad de políticas de vivienda que fomenten el desarrollo de residencias asequibles.
Sector no residencial: un cambio en la naturaleza de los proyectos
El sector no residencial enfrenta una transformación estructural. A raíz de la pandemia, la demanda de espacios comerciales y oficinas tradicionales ha disminuido, impulsando en su lugar la construcción de infraestructuras destinadas a logística, almacenamiento de datos y hoteles. Una situación derivada, entre otros factores, del auge del teletrabajo, el comercio electrónico y la demanda de nuevas infraestructuras digitales.
Nuevas áreas de oportunidad
La demanda de espacios de logística y centros de datos sigue al alza, con un crecimiento significativo en regiones como Norteamérica y Europa. Las inversiones gubernamentales en proyectos de infraestructura, como las carreteras y las redes eléctricas, también juegan un papel crucial en la estabilización de la demanda no residencial.
Perspectiva regional: China, Estados Unidos y España
China: luchando contra la crisis inmobiliaria
En China, la construcción sigue marcada por la crisis del sector inmobiliario y los altos niveles de deuda que afectan tanto a promotores como a constructores. Así, por ejemplo, en los primeros tres trimestres de 2024 se iniciaron un total de 47.490 proyectos de construcción, lo que representa una fuerte disminución del -36,8% interanual.
No obstante, el gobierno chino sigue destinando recursos significativos a la infraestructura pública, consolidándola como un motor clave para el crecimiento económico en medio de la crisis inmobiliaria. En 2024, la inversión en infraestructura mostró un crecimiento robusto, con un aumento del +7,9% en agosto, impulsado por proyectos en transporte, energía e infraestructura urbana. Estas iniciativas forman parte de los esfuerzos del gobierno para estabilizar la economía y mitigar el impacto de la caída en el sector inmobiliario, donde se concentra entre el 70% y el 80% de la riqueza de los hogares chinos.
Estados Unidos: recuperación impulsada por inversiones públicas
El mercado estadounidense muestra señales de recuperación gracias a iniciativas legislativas que han destinado importantes sumas a la renovación y construcción de infraestructuras clave. La Bipartisan Infrastructure Law (BIL) y el Inflation Reduction Act (IRA) han permitido que sectores como el transporte y la energía sostenible cobren relevancia, potenciando el desarrollo de infraestructuras críticas. Se espera que estas iniciativas no solo fortalezcan el crecimiento en los próximos años, sino que también generen un efecto dominó positivo en la cadena de suministro.
España: oportunidades y retos en un mercado resiliente
En España, el sector de la construcción, especialmente el residencial, muestra signos de resiliencia a pesar de los desafíos económicos. El mercado sigue beneficiándose de una fuerte demanda en las áreas urbanas, aunque el aumento de las tasas de interés de los últimos años ha limitado la capacidad de financiación de nuevos proyectos. Según el informe, la accesibilidad a la vivienda y la diversificación en las áreas de construcción no residencial, como logística y energía, serán cruciales para mantener el ritmo de crecimiento en los próximos años.
El sector muestra signos de recuperación en la segunda mitad de 2024, anticipando un cambio de tendencia en la demanda esperado para 2025, tras un periodo de desaceleración durante el segundo semestre de 2023 y el primero de 2024. Aunque los costes de materiales han dejado de escalar, los costes laborales continúan al alza debido al incremento de los salarios por la dificultad de encontrar mano de obra cualificada.
No obstante, los Fondos Next Generation EU podrían impulsar el crecimiento de obra civil y proyectos de rehabilitación, en un sector que afronta retos asociados a la transición hacia la sostenibilidad y la digitalización, aspectos clave para su transformación y competitividad futura.
Una recuperación a medida
La recuperación del sector construcción a nivel global depende de múltiples factores: desde la estabilización de los precios de los insumos hasta la efectividad de las políticas monetarias y las inversiones públicas en infraestructuras. En el segmento residencial, la accesibilidad a la vivienda y las políticas de tasas hipotecarias jugarán un papel crucial, mientras que el sector no residencial deberá adaptarse a las nuevas demandas de la economía digital y las iniciativas de infraestructura pública.
La construcción, en su conjunto, se enfrenta a una fase de redefinición donde la innovación y la adaptación a nuevos modelos de desarrollo serán esenciales.
Para más información, puedes consultar el informe de Allianz Trade en este enlace.