Ya sea por cambios de hábito de consumo, por renovar una desfasada imagen, por diversificación o por reimpulsar el negocio, las marcas están obligadas a cambiar de look si no quieren ir apagándose poco a poco. Hay que dejarlas crecer, evolucionar para que se adapten a los nuevos gustos y/o necesidades de unos consumidores cada vez más digitales y sensibilizados con temas como la sostenibilidad, la igualdad o la conciliación, y que se caracterizan por su cada vez mayor empoderamiento.
Internet ha democratizado el acceso a la información y la digitalización facilita la toma de decisiones de compra a golpe de clic. Las redes sociales actúan como un potente altavoz que los usuarios utilizan para mostrar sus opiniones y creencias, conscientes de que su voz crítica hará adoptar cambios a la empresa si el asunto se viraliza.
Por otra parte, el cliente de hoy ya no consume por lo que vale el producto o servicio, sino que lo hace según lo que la marca dice, hace y representa. Es decir, el precio, la calidad y la experiencia son atributos que se dan por hecho, pero ahora el consumidor quiere que las compañías en las que confía compartan sus valores. “Hasta hace poco, una marca pertenecía a la empresa que había invertido en perfilarla, desarrollarla y monetizarla. Sin embargo, la realidad es ahora bien distinta, ya que han pasado a ser una propiedad comunitaria que pertenece a empleados, clientes y accionistas”, dice un informe de Accenture, que reconoce que los consumidores esperan que las enseñas estén alienadas con sus principios, lo cual es todo un desafío para las compañías, obligadas a estar en permanente escucha.
El citado estudio señala, además, que para el 73% de los usuarios las decisiones de compra están influenciadas por las palabras, valores y acciones de las empresas y que el 59% ha dejado de comprar por su actuación con respecto a un tema social.
Este reto es, a la vez, una oportunidad para demostrar que se es capaz de acompañar al cliente en su propia evolución y crecimiento con una imagen adaptada a lo que se espera de ella, moderna y resolutiva.
El trabajo de adecuación no es nada sencillo. Hay que abordar una auditoria con clientes, trabajadores y proveedores para comprobar cómo identifican y asocian la marca. En ocasiones, no hay más ciego que el que no quiere ver, y muchos empresarios creen hacer lo correcto y no son capaces de escuchar lo que les dicen sus usuarios. No faltan ejemplos donde se abre una brecha entre lo que el público entiende o espera de una compañía y lo que ésta realmente refleja. Grandes iconos han caído por no actualizarse a los nuevos gustos creyendo que siempre serían el rey del móvil o de la fotografía, por mencionar un par de casos.
La evolución de Solunion
En el último lustro, Solunion ha crecido en nuevos ramos, servicios y países. Es más autónoma en sus decisiones y más ágil, lo que ha venido construyendo una nueva forma de actuar y de relacionarse con trabajadores, proveedores, mediadores y clientes. Sin embargo, la marca no había evolucionado al mismo ritmo, por lo que desde hace un año se comenzó a trabajar en una renovada imagen corporativa que reflejase realmente lo que es hoy la compañía y hacia dónde quiere llegar.
De este modo, la nueva Solunion se ha construido bajo cuatro pilares:
» Propósito: La razón de ser es acompañar al cliente en todo lo que se proponga, ser su palanca de crecimiento gracias a la experiencia, conocimiento, análisis y capacidad de predicción del equipo.
» Posicionamiento: Porque la sostenibilidad, el cambio demográfico, el calentamiento global o la transformación digital son retos que obligan a innovar para contribuir a crear una mejor sociedad, ofreciendo soluciones innovadoras y adaptadas a cada negocio.
» Personalidad: Cercanos, inquietos, innovadores, valientes y ambiciosos. Así se define Solunion.
» Valores: Audaces por naturaleza. Fortaleza en equipo. Compromiso real. Son los valores de Solunion, que mira hacia delante, sin miedo a equivocarse, para asumir nuevos desafíos trabajando codo con codo con el cliente, comprometidos con su riesgo y siendo proactivos para anticipar soluciones.