El “Día de la Liberación”, marcado por el inicio de una guerra comercial a gran escala, ha dejado una huella significativa en el comercio mundial. En este artículo analizamos las conclusiones de la Allianz Trade Global Survey 2025, una encuesta elaborada por Allianz Trade, uno de nuestros accionistas, a 4.500 empresas de Alemania, China, España, Estados Unidos, Francia, Italia, Polonia, Reino Unido y Singapur en dos oleadas, en marzo y abril de 2025.
El apetito exportador se resiente tras el "Día de la Liberación"
Según la encuesta, el contexto de guerra comercial ha afectado a la confianza de los exportadores: menos de la mitad de las empresas espera un crecimiento positivo de las exportaciones, en comparación con el 80% que lo presumía antes del “Día de la Liberación”.
La producción también podría verse afectada, ya que el 27% de las empresas afirma que podría detenerla temporalmente debido al incremento del coste de los aranceles más altos como consecuencia de la volatilidad cambiaria, y el 32% tiene la intención de poner en pausa las importaciones o la producción en el extranjero para evitar retrasos o aumentos de costes.
En cuanto a las perspectivas de inversión, las empresas están enfocándose cada vez más en la eficiencia operativa y la reducción de costes. Por su parte, las empresas chinas buscan diversificarse en nuevas líneas de negocio e incrementar el gasto de capital en áreas estratégicas.
Plazos de pago más amplios
Más de la mitad de los exportadores anticipa plazos de pago más largos, con retrasos que superan los siete días en la mitad de los casos. Solo el 11% de las empresas exportadoras continúa recibiendo sus pagos en 30 días, y la proporción es incluso menor en los principales países exportadores: Estados Unidos, China y Alemania.
Aproximadamente el 70% de las empresas cobra entre 30 y 70 días, con Reino Unido (75%), Francia (73%), Italia (73%) y Estados Unidos (73%) con cifras algo superiores al promedio.
Si se analizan los datos por sectores, algunos muestran un mejor comportamiento, con plazos de pago inferiores a 50 días. Entre ellos, se incluyen:
- Comercio minorista.
- Informática y telecomunicaciones.
- Construcción.
- Automoción.
Por el contrario, dentro de las industrias que superan los 50 días, se encuentran:
- Equipos de transporte.
- Energía.
- Electricidad.
- Metales.
- Papel.
- Agroalimentación.
Atendiendo a su tamaño, las empresas más grandes tienden a experimentar retrasos de pago más prolongados, con un 26% de las empresas encuestadas con una facturación superior a 5.000 millones de euros enfrentando plazos superiores a 70 días, en comparación con el 18% del promedio de la muestra.
La guerra comercial ha afectado las expectativas en los plazos de pago: tras el “Día de la Liberación”, el 24% de los exportadores anticipa plazos de pago más largos, un aumento de +13 puntos porcentuales. Además, casi la mitad de los exportadores (48%) espera un aumento del riesgo de impago, especialmente en Estados Unidos (+21 puntos), Italia (+13) y Reino Unido (+24).
Estrategias de mitigación frente al impacto de la guerra comercial
A pesar de la reducción, el arancel promedio de Estados Unidos sobre China sigue siendo elevado. Por ello, muchas empresas estadounidenses continúan adelantando importaciones y desviando envíos para mitigar costes, aprovechando, además, la caída de casi el 50% en los costes de transporte.
Además, las empresas están trasladando costes a otros actores: suben precios a clientes o imponen el pago de los aranceles a sus proveedores. También es común que se introduzcan cláusulas contractuales para compartir el riesgo cambiario.
Muchas empresas están diversificando sus mercados y reconfigurando sus cadenas de suministro. Un tercio ya ha encontrado nuevos mercados de exportación y abastecimiento, y casi dos tercios planean hacerlo. El cambio en las cadenas de suministro es aún más evidente en las empresas estadounidenses, que producen más en el extranjero: casi el 60% afirma haber encontrado ya destinos de reubicación.
El caso de España
El 39% de las compañías españolas encuestadas cree que su volumen de negocio exportador descenderá, y el 46% considera que su actividad internacional se verá afectada negativamente por la guerra comercial.
También las empresas de España optarán por la expansión hacia nuevas líneas de negocio (36%), la reducción de costes y la eficiencia operativa (30%), y el recorte en inversiones (20%) como principales medidas de mitigación para hacer frente a los impactos del contexto del comercio mundial. China (18%), Australia (13%) y Francia (13%) son los países favoritos de las compañías nacionales para elegir nuevos proveedores o trasladar sus centros de producción.
En lo que respecta al control de los costes relacionados con las aduanas, el 49%, de las compañías españolas está buscando rutas de transporte alternativas y el 63% apuesta por ajustar los plazos de entrega. Además, el 51% se inclina por reducir la frecuencia o el volumen de los envíos.
La excepción de Latinoamérica tras el "Día de la Liberación"
La región está teniendo un impacto positivo porque las empresas siguen buscando un acceso a menor coste a Estados Unidos. El interés de las compañías chinas por Latinoamérica ha aumentado en 10 puntos (del 5% al 15%) tras los anuncios del “Día de la Liberación”. Por su parte, en las empresas europeas también ha crecido la disposición hacia la región, con una subida de 6 puntos en la percepción de oportunidades de exportación (del 4% previo al 10%).
Los datos muestran el significativo impacto que el “Día de la Liberación” ha tenido en el comercio mundial. La confianza de los exportadores y sus expectativas de crecimiento se han visto afectadas, y han tenido que poner en marcha estrategias de adaptación para resistir este choque. A pesar de los desafíos, casos como el de Latinoamérica, que ha visto un aumento en el interés de las empresas, sugieren que hay oportunidades emergentes en medio de la incertidumbre.